A MI HIJO GABRIEL
Un hijo se gesta desde el fondo del ser nace el amor desde el alma. Desde que Dios pone sus manos y da el soplo de vida, cuando ese pequeño ser dentro de uno comienza a latir su corazón.
Un hijo se le ama incondicionalmente desde el momento mismo de su concepción, se le espera con ansia su llegada.
Alrededor de el se crean sueños e ilusiones.
Amado hijo GABRIEL aquel que no llego a estar entre mis brazos aunque si en mi corazón.
Sentí tu vida dentro de mi y la sentí como la mayor de las bendiciones. Desde el segundo mismo en que supe que vendrías te ame, y te sigo amando.
Sentir que te estabas dentro de mi, que tu corazón latia con fuerza, que te estabas formando, vi tus manos, tus pies pequeños y tu carita angel mio en una ecografía y sabia que estabas ahí.
Tus hermanos escogieron tu nombre, y jugaban a que estabas ahí con ellos, acercando su boca a mi vientre te llamaban para decirte que nacieras pronto. Hoy todavía no se como darles la noticia que los planes de Dios son otros, que decidió tenerte todavía entre sus ángeles.
Muchos sueños, muchas ilusiones, mucho amor, tu papa yo y tus hermanos nos veíamos contigo.
Me imaginaba el momento de ir al hospital y salir contigo entre brazos, nunca ni en mis peores pesadillas imagine que entraría al hospital para salir con las manos vacías y el corazón lleno de dolor.
Aun es poco el tiempo, se que poco a poco entenderemos que Dios te llevo a su lado para seguir siendo un ángel.
Amado GABRIEL desde el fondo de mi alma te digo que nos acompañas que te reconocemos y aceptamos y amamos serás por siempre nuestro hijo no encarnado. El hijo del amor de los sueños de las ilusiones llegara el día en que nos rencontraremos y podre abrazarte besarte y tenerte entre mis brazos.
Te amo mi pequeño angel